La última década, marcada por un crecimiento económico solo interrumpido por la pandemia, no ha alterado de manera sensibles los equilibrios y desequilibrios territoriales de Navarra. La Comarca de Pamplona, pese a acusar un cierto cansancio en su modelo de crecimiento, mantiene un diferencial de riqueza sensible respecto al área de Tudela y el conjunto de la Ribera del Ebro, que tratan de trasladar su dinamismo laboral a un mayor valor que se refleje en los ingresos reales de las familias.

Los datos, extraídos de las declaraciones de renta del año 2023, muestran que la base imponible media de los contribuyentes pamploneses es un 16% superior a la de los tudelanos, una diferencia similar, aunque algo menor a la de hace una década, cuando, tras una durísima crisis económica, alcanzaba el 18%. En términos reales, la renta media declarada por los pamploneses era de 27.880 euros frente a los 23.976 euros de Tudela. Un diferencial de renta que se repite e incluso se amplía si se tienen en cuenta los municipios que rodean las dos principales zonas económicas de Navarra.

La renta media Aranguren y el Valle de Egüés supera en más de 10.000 euros la de Tudela y en 15.000 euros la de municipios como Corella, Arguedas, Cadreita o Fitero. Y aunque en términos porcentuales parecen haber crecido algo más los municipios más pobres, la realidad de los números reales muestra que, mientras que en buena parte de los municipios de la Comarca de Pamplona la renta ha crecido en cerca de 8.000 euros en la última década, en la Ribera los incrementos se quedan en la mayor parte de los casos en el entorno de los 6.500 ó 7.000 euros.

Existen algunas excepciones, que reflejan las dinámicas económicas de cada municipios. Entre Tafalla y Tudela, destaca la pujanza de Peralta, cuya renta media ha crecido casi 9.000 euros en la última década, de la mano de una actividad industrial de elevado valor. Su impacto, aunque en menor medida, se deja sentir en algunos municipios cercanos, como Funes, cuya renta media avanza en la última década algo más de un 35%, por encima de la media de Navarra. También Buñuel y Cabanillas han registrado sensibles crecimientos en la renta declarada, próximos al 40%,

La industria es clave

Todos estos avances son insuficientes desde luego para cerrar una brecha histórica con múltiples causas. Desde el menor rendimiento agrario inicial, que no permitió las acumulaciones de capital originales de otras zonas, a la escasa presencia de actividad industrial de alto valor añadido o al menor nivel de estudios medio de su población.

El crecimiento vivido en los últimos años obedece en buena medida al notable dinamismo registrado en el empleo en la última década. La Ribera de Navarra ha liderado, junto a la Comarca de Pamplona, la creación de puestos de trabajo a partir en muchos casos de las actividades agroalimentarias, sobre todo con una industria asociada que trata de generar mayor valor y que ha aprovechado la subida de precios de los alimentos.

Su demografía, algo más pujante en aquellas zonas con mayor emigración aporta asimismo cierto combustible al crecimiento, en contraste con lo que sucede en muchas zonas del norte de Navarra, despobladas y dependientes en muchos casos del turismo y del millonario aporte mensual de las pensiones, verdadero sostén de la inmensa mayoría de los municipios rurales de Navarra.  

Turismo y comercio

De hecho, es el Pirineo, que partía de una malísima situación de partida en 2013, uno de los territorios donde más avanza la renta en términos porcentuales en los últimos diez años. Lo hacen sobre todo, además de Luzaide-Valcarlos los valles de Erro, Salazar y Aezkoa, mejor comunicados con Pamplona que Roncal, donde los números son peores. Ochagavía, de hecho, presenta ya una mayor renta media que Isaba, justo al contrario de lo que sucedía que hace una década. Su renta media sigue siendo, sin embargo, en torno a un 15% inferior a la media de Navarra. 

En mejor situación, la zona oriental de Sakana, la más próxima a Pamplona e Irurtzun, crece a mayor velocidad que la castigada Alsasua, a la que el hundimiento de Sunsundegui le va a afectar con total seguridad en los próximos años. Buena parte de sus trabajadores van a tener que buscar empleo en otras localidades.

Olite rebasa a Estella

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Tras el bache que supuso la pandemia, Urdax ha recuperado el trono como municipio con la mayor renta media declarada de Navarra, por delante de Cizur y de la sorprendente Andosilla, que se colocó el año pasado en tercer lugar. Donamaría, con otro incremento también muy llamativo, ocupa el cuarto lugar, por delante de otras localidades más grandes y próximas a Pamplona. 

Entre las capitales de Merindad sigue mandando Pamplona, pero en el resto se ha habido movimiento en los últimos diez años. Sangüesa sigue siendo la segunda en renta media declarada, si bien tiene dificultades para crecer y crear empleo: crece menos que la media. Lo mismo le sucede a Estella, tradicional tercera en este ranking, que ha sido rebasada en la última década por Olite, cuya renta media avanza 1.500 euros más. Tudela sigue en quinta posición y solo recorta diferencias respecto a Estella, la menos dinámica en este último decenio.